Din, Mitad vital mitad metal

Historia: Din, tuvo siempre una vida militar. Se alistó al ejército al cumplir la mayoría de edad. Siempre destacó por su disciplina y sus esfuerzos en ayudar. Conoció a Antonella cuando aún eran cadetes y pornto se hicieron buenas amigas, tenían muchas en comun y compartian todos sus sentimientos. Pasaron los años y juntas fueron ascendiendo de rango aunque Antonella lo hacía a una mayor velocidad. Un día les llevaron a Antonella, a ella y a dos de los hombres del escuadrón en busca y captura de dos hombres lobo que rondaban los alrededores. La lucha fue sangrienta, la que salió peor parada fue Din, los hombres lobo le rompieron la columna vertebral por varias zonas y le arrancaron el brazo izquierdo. La rabia de Antonella fue descomunal y tomó venganza con los lobos.
Cuando Antonella y los otros dos hombres llevaron a Din el cuerpo sin vida de Din todo el pelotón guardó silencio, solo se escuchaban los sollozos de Antonella. Esa noche fue el velatorio de Din, todos sus amigos le rindieron homenaje. Un hombre de aspecto científico esa noche habló con Antonella. Habia una remota posibilidad de devolverle la vida a Din, sólo necesitaban su cuerpo. El misterioso personaje le dio a Antonella dos horas para pensarlo y así lo hizo.
Al pasar el tiempo acordado se citó con el hombre misterioso y aceptó su propuesta. Recogió el cadaver de su amiga y se lo entregó. El hombre misterioso y Antonella llegaron a un laboratorio clandestino en medio de la nada. Solo habían tres personas trabajando allí además del hombre misterioso que parecía ser el científico lider.
Le pidió a Antonella que esperase pues sería demasiado desagradable para ella. Dentro del laboratorio secreto no se sabe esactamente que le hicieron o que herramientas utilizaron. Cuando acabaron la operación invtaron a Antonella a entrar.
Ahí estaba, era su amiga, su compañera de aventuras pero tenía algo diferente, le habían injertado un brazo mecánico y le habían añadido otras articulaciones tb de metal. Era ella y a la vez no. Los científicos le dijeron a Antonella que le habían reconstruido toda la columna y le habían implantado una pelvis metáliza pues tambíen había sufrido roturas. Su corazón ahora era una válvula que filtraba y bombeaba la sangre que le habian transplantado. Ahora solo hacía falta probarlo. su cuerpo aun seguia conectado a una enorme máquina a través de cables.
Los científicos toquetearon las teclas del ordenador central y un sonido vibrante comenzo a sonar desde la enorme máquina. Los cables condujeron la electricidad hasta el cuerpo cambiado de Din. Pasaron unos minutos y no ocurría nada, las caras de los científicos se volvieron desilusionadas "otro fracaso" pensaron.
De pronto Din abrió los ojos. No sabía nada no recordaba nada. Casi no se podía mover, solo movila la punta de los dedos de su mano humana. Antonella era feliz, volvía a tener a su amiga junto a ella. "Nosotros no nos hacemos cargo, ahora tu te encargas de ella." A Antonella tampoco le importó demasiado. Entre los cuatro ayudaron a Din a ponerse en pie, aun no controlaba sus nuevas piezas. Cuando por fin din pudo mantenerse firme salieron del laboratorio.
Al salir encontraron cuatro hombre fuertemente armados. "Así que ese es el nuevo arma del ejército. ¡Dánoslo!". Antonella se puso frente a Din usandose a si misma de escudo "Eso ni lo sueñes". Rapidamente Antonella desenvainó su pistola pero los terroristas fueron más rápidos, con sus ametralladoras dispararon sin piedad a
Antonella y los científcos. Lo que no notaron ninguno de ellos fue la presencia de una persona más en la lejania que se acercaba en silencio como un depredador que acecha a su presa. Al ver la matanza que los terroristas habían provocado. Una mujer apareció de la nada en la retaguardia de los asesinos. Al sentir la presencia de la mujer se giraron. La mujer no les dio tiempo ni a prefguntarle de quien se trataba. Empezó a dispararles y a luchar contra ellos. Din quedó admirada por la destreza de la desconocida. Acabó la batalla y la mujer salió victoriosa, cansada por la lucha y a paso lento se acercó a Din. "¿Estás bien?" preguntó . "Sí señora" la voz de Din era penetrante y distorsionada "Mi nombre es Din, ¿Cuál es el suyo" "Soy Feora von Rosenthale" "Le debo la vida señora Rosenthale, ¿Cómo podría pagárselo?... Desde ahora y si usted me lo permite, seré su humilde sierva pues no conozco nada más de esta vida que a mis creadores y a mi salvadora".
A Feora no le agradaba demasiado la idea pero acabó cediendo por la insistencia de Din. Pasaron varias semanas hasta que Din se empezó a acostumbrar de su nueva vida. Ahora era más fuerte y poderosa y solo tenía una persona a su lado, su salvadora, Feora von Ronsenthale.