.::Anne Iris Heaven...in earth::.

Nombre completo del personaje:
Anael “Anne” Iris Heaven

Descripción Física:
Cabello rubio Cenizo, ojos azules casi grises, piel pálida, apariencia angelical y etérea, alta, apariencia juvenil, casi adolescente, Emana tranquilidad, orejas puntiagudas que cubre con su largo cabello, ojos siempre muy abiertos y observadores, tratando de entender la naturaleza de todos los que la rodean, Es frágil, no fue creada para luchar, sino para proteger y sanar, ama los colores claros.



Descripción Psicológica:
Es callada, más del tipo observador, no habla mucho a menos que sienta que ya conoce a la persona, en principio puede ser tímida y le es difícil mirar a los ojos o conversar, hablando con gestos o miradas cortas. Cuando toma confianza es bastante cariñosa y alegre, algo infantil, pues al sentirse segura puede permitirse ese tipo de comportamiento inocente, que refleja su verdadero yo.
Es bastante observadora, le gusta reir cuando tiene la oportunidad, cuando está rodeada de la poca naturaleza que puede, es como si se conectara con ella y con la tierra de un modo espiritual bastante misterioso.
Es inocente, ha olvidado muchas cosas, y otras, las ha ignorado siempre, pero le gusta aprender y es una estudiante rápida, pues cualquier cosa que la ayude a ayudar a los demás la hace feliz, ayudar es con lo que se siente feliz, aunque su espíritu pueda enfrentarse a cosas muy duras en el camino.
Puede que a veces no pueda evitar verse afectada por la triste realidad del mundo, sus lagrimas son algo que no esconde, al igual que sus sentimientos, es honesta y sincera y en ocasiones le gusta canturrear viejas canciones de tiempos mejores, eso le da tranquilidad a ella y a los que estén a su alrededor.
Aprecia la vida de cualquier ser, sin importar el camino que haya elegido. Su corazón guarda más fuerza de lo que muchos pueden creer.

Edad:
No la conoce a ciencia cierta, pero está cerca de los 100 años, aparenta cerca de 20 años.

Historia:
Cuando los sabios chamanes de las distintas tribus del amazonas previeron que algo grande, que lo cambiaria todo estaba a punto de ocurrir, la selva lloraba, sabiendo que el fin se acercaba.

Por esos días, los misioneros, ecologistas, científicos…en fin, personas de todo el mundo llegaban a la selva bajo la excusa de querer ayudar; algunos cumplían lo que sus palabras prometían, otros no tanto, pero las visitas continuaban, gente del norte, gente de rostros pálidos y ojos ambiciosos, gente con ideales, gente sin principios. Era difícil marcar la diferencia, las tribus habían aprendido a desconfiar.

Un día, a una de las aldeas mas alejadas de la civilización, internada en medio de la más densa selva, llegó una chica rubia, no se sabía si era americana o europea, nunca dio muchas explicaciones, parecía hippie, la tomaron por una ecologista más y no pusieron mucho problema por ello.

La joven los cautivó con sus sonrisas, sus cabellos rubios que destellaban al sol y las labores a la comunidad que hacía desinteresadamente. La acogieron como una más, parecía una enviada de los dioses, y ella se quedó. Pronto se unió con uno de los guerreros más fuertes de la tribu, era amor verdadero, dos mundos completamente diferentes que se unian, aunque tampoco le dijo a él cual era su origen, ese fue el único secreto que conservó hasta el dia de su muerte.

El fruto de su unión fue una pequeña niña que era la viva imagen de su madre, y que nació justo cuando las cosas comenzaban a empeorar y las personas estaban temerosas de lo que los dioses podrían hacer. Esa pequeña niña se convirtió en un símbolo de esperanza, otro pequeño regalo de los dioses y su madre la llamó con el nombre angelical que parecía más que apropiado para ella. Anne Iris Heaven sería su nombre.

La niña creció, rodeada de naturaleza, de la vida sencilla de ese apartado rincón del mundo y creció feliz.

Fue cuando el desastre del cambio climatico atacó con toda su fuerza a la selva, que ella tuvo su contacto con los dioses, que la convirtieron en Loa a corta edad, Su madre, en medio del viento y la lluvia, del fuego que destruía, la tomó de la mano y con rostro sereno se paró con ella en medio de todo, los ojos hacia el cielo, el corazón abierto, su madre la guió mientras ella era investida como una pequeña Loa como petición de su parte para los dioses.

Era la única forma de salvarla, su madre, lo hizo para protegerla, pero solo pudo salvar a algunos de sus amigos de la tribu, devolverles la vida, a algunos, pero no a su guerrero, todo lo que la había hecho feliz desapareció cuando el cielo se nubló eternamente.
Anne y su madre entonces, emprendieron un viaje por el mundo, había que avanzar, continuar con la misión que habían aceptado, ser mensajeras, ser guardianas, ser esperanza. Así, viajaron por años, y Iris se convirtió en una mujer, el parecido con su madre era notable, y a su paso por el mundo parecían dos ángeles benefactores, misteriosos, distantes.

Todo cambió cuando cerca de Nocturna, en los territorios fronterizos, Corrompidos las atacaron, sin razón, sin excusa, por el simple placer del poder sobre el más débil.
Cuando se fueron, su madre aún estaba viva, ella no podía sanar sus propias heridas, pero podía darle a su hija un último regalo: La vida. Lo que ella le dio, no sería arrebatado por nadie más.

Así que al resucitar a Iris, ella perdió su propia vida, desvaneciéndose con el viento al tiempo que ella despertaba, confundida, aletargada, con una memoria y unos recuerdos difusos de lo que había sido su vida, pero con la certeza de que habia perdido a alguien, que algo faltaba.

Continuó su caminar y en este estado, llega a Nocturna.

Raza:
Loa

Tipo:
De Luz

Condición:
Neutral

Habilidad:
Sanar

Virtud:
Un Hermano caído.

Defecto:
Curación Lenta